¡Hoy es el día de San Martín de Porres!

Imagen de san Martín de Porres en la Vicaría de La Rioja, Argentina1
«Yo te curo y Dios te sana» era el lema de san Martín, uno de los patrones de la Pastoral Afro. Lo bautizaron en la misma donde dos años más tarde lo harían con santa Rosa de Lima, en 1579. Quien le entregó la confirmación fue santo Toribio de Mogrovejo, primer arzobispo de Lima. Su padre, Juan de Porres, un caballero español, casi no lo reconoce; su madre, liberta (así se le llamaba a los esclavizados libres), se llamaba Ana. si por su época hubiera sido, no hubiera entrado al convento: estaba prohibido por ley. Pero entró. La orden de los dominicos lo aceptó como «donado», su vida fue un regalo al servicio del Señor. Fue barbero, enfermero, hortelano, yerbatero… Y su consagración por el servicio a los enfermos, a los más pobres fue providencial. Aprovechaba la finca de su hermana para acogerlos; el espacio le alcanzaba para perros, gatos y ratones2.
Imagen tradicional con escoba3
Su imagen es un icono de todo el mundo católico e incluso más allá. Hay quienes le dan un sentido especial a su escoba, como símbolo de lo que hay que barrer en nuestras vidas, de la humildad y el servicio más cotidiano3; hasta hay una película de 1961 que se llama Fray escoba4. Otros lo ven como la vieja manera de relacionar al pueblo afro con el servicio inferior y nada más que eso. Pero para sus contemporáneos fue un símbolo de su santidad: se le atribuyen el milagro de la levitación frente al Santísimo, de la bilocación (estar en dos lugares al mismo tiempo) y de que los ratones, a los que cuidaba como hermanos, le obedecían en masa5.

Imagen de San Martín de Porres con animales en Cajamarca, Perú6.
Su muerte, como la de san Pedro Claver, no fue la que hubiera querido. Siempre quiso pasar desapercibido, servir sin que eso le mereciera el más mínimo orgullo. Pero sus últimos años, antes de la enfermedad, fueron de visitas de todo tipo de personas para pedirle consejo, ayuda espiritual y material. Ya eran muchos los que sabían de sus curaciones milagrosas. Su entierro fue en la misma catedral de Lima, con la presencia del virrey, autoridades militares y civiles y 4 obispos, incluidos los de México y Cuzco5.

Tumba de san Martín en el convento de Santo Domingo en Lima7

Un grupo de investigadores de la Universidad Garcilaso de la Vega y del Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología Legal, el año pasado, aplicaron las últimas tecnologías para reconstruir el rostro del santo. Igual que se hace con los restos no identificados, le hicieron una tomografía y utilizaron software libre (que cualquiera puede usar) para los datos antropológicos. Después los compararon con datos históricos, los cuadros y esculturas que se conocían como los más fieles y entregaron esta imagen a sus devotos en Lima8:

Rostro reconstruido de san Martín a los 60 años9

Pero la dimensión que más nos interesa hoy es la de su relación con las hierbas. Todo el pueblo afro sabe de esas plantas y comparte mucho de esa herencia con los pueblos indígenas, campesinos y gente sencilla de la ciudad. Las curaciones milagrosas de san Martín tienen que ver con la misericordia del pueblo y, en especial, de sus mujeres.

La Pastoral organizó una modesta presentación de plantas medicinales en el Centro de Pastoral y Espiritualidad de la Arquidiócesis de Cali, e invitó a varios de sus agentes, hombres y mujeres. El p. Venanzio Mwangi invitó primero a las de mayor edad a mostrarnos las plantas que conocieran y nos dieran pistas sobre su uso.

No les costó mucho trabajo. Reconocieron rápidamente el paico, para lavar heridas, la colaecaballo para los riñones, la yerbabuena para cuando los niños tienen lombrices, la nacedera para las parturientas, para que les lave todo por dentro, el romero para baños y quitar dolores, la verdolaga blanca para el dolor de barriga, el eucalipto para los bronquios o como aromática, la siempreviva (abundante en Cali) para la fiebre… Y así sucesivamente. La dinámica de la noche incluyó preguntarle a los varones, a los de comunicación y a la única niña de esa noche, los nombres que las mayores identificaron. La respuesta fue positiva, pero con ciertos olvidos. Uno suele recordar lo que usa. La mayoría que participó, incluso una joven que tiene muchas ganas de mostrar su saber, dijo que lo recordaba porque lo había probado y se le quitó la dolencia. Plantas para el cólico de las mujeres, para enamorar, para las fiebres de los niños, para el hígado, la presión sanguínea… Para la vida.

Tres mujeres y una joven fueron suficientes para iniciar al grupo en gran cantidad de plantas y sus usos. Ellas los aprendieron de sus madres, de sus abuelas y parientes para resolver innumerables dolencias, ahí donde no había médico o era demasiado costoso consultarlo. El saber «no científico» no es tan severo al diferenciar las plantas que curan de las de la cocina o las de lavar. La idea de cada familia era, precisamente, aliviar el dolor, curar la enfermedad del pariente o vecino, resolver una necesidad inmediata. Las plantas se tenían en la casa, la gente no las vendía ni compraba, las intercambiaba cuando necesitaba.

La gente del Pacífico usa zoteas, una especie de mesa-semillero, sirve para mantener a la mano varias plantas medicinales, de cocina o de uso frecuente. No es sino tomarlas de ahí y llevarlas a la olla, o a la vecina para compartirlas. Puede tener la forma de una canoa, o ser una llanta cortada para servir de matera10.
Zotea en el Pacífico – Archivo Fotográfico y Fílmico del Chocó Biogeográfico11
La costumbre se está perdiendo, por las urgencias de la vida diaria y por la llegada de nuevos productos médicos y alimenticios, de sospechosa elaboración. Su permanencia y expansión hacia las ciudades es vital para la soberanía alimentaria y el vínculo con la tierra. Si se utilizara en forma en las áreas urbanas, muchas familias tendrían un ahorro en salud y fortalecerían sus relaciones con el territorio ancestral.

La intención nuestra de compartir de forma desinteresada un beneficio para que otra persona se alivie es uno de nuestro más grandes valores culturales. Lo compartimos con indígenas, campesinos y gente consciente en las ciudades. Es una muestra sencilla de lo que la Iglesia identifica como misericordia, la que tan bien practicó san Martín: “El sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos” dice el papa Francisco12.


1 Vicaría «San Martín de Porres». 3r día de novena a San Martín de Porres. La Rioja, Argentina, 2011.

2 AciPrensa. Biografía – Especial de San Martín de Porres. ACI, 2016.

3 FrayMartíndePorres. Fray Martín y su escoba santificadora. Tenerife, España, 2015.

4 Germanpb. Fray escoba – la pelicula de San Martín de Porres. Gloria.tv, 2010. Ver también: Un mulato llamado Martín (1974) y otras.

5 Orsini, Angela. St Martin de Porres – Patron of Social Justice. MartindePorres.org, 2004.

6 Imágenes Cajamarca. San Martín de Porres. CajamarcaPictures, 2011.

7 Parroquia Lujan Porres 1966-2016 Bodas De Oro. San Martín de Porres. Luján, Argentina, 2011.

8 Andina. Muestran el verdadero rostro de san Martín de Porres. Editora Perú, 2015.

9 Ojo.pe. San Martín de Porres: Así era su verdadero rostro. PrenSmart, 2015. Ver también: Latina.pe. San Martín de Porres: detalles de la reconstrucción del rostro del santo . Youtube, 2015.

10 Angulo, Germán. Testimonio oral sobre las zoteas en Buenaventura. Cali, 2016. Ver también: Arocha, Jaime. ‘»Zoteas» y cultivos femeninos’. La inclusión de los afrocolombianos ¿meta inalcanzable? Gainessville, Florida, 1996.

11 UTCh – Archivo fotográfico y fílmico del Chocó. Flora – Las plantas y las flores. Quibdó, 2016.

12 Francisco (s. s.). Cuaresma 2015: Fortalezcan sus corazones (St 5, 8), 3. Vaticano, 2014.

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