Conmemorar 21 de mayo, es conmemorar la alegría de la vida y la libertad. Es recordar a nuestros ancestros con orgullo, es amar lo que somos como pueblos negros, es sentirnos orgullosos de nuestra cultura, espiritualidad e identidad.

Hoy se cumplen 169 años que remarcaron y remarcan la historia de nuestro país, porque fue un 21 de mayo de 1851, bajo el gobierno de José Hilario López, donde se decretó la libertad para nuestros pueblos negros esclavizados.

Hoy miramos esta fecha con orgullo, porque nuestros pueblos aportaron y siguen aportando a nuestras sociedades caminos de paz y reconciliación.

La resiliencia, resistencia, fuerza, lucha y entrega, nunca forjaron caminos de rencor y retaliación, más aún, fueron estos los pilares de la lucha de una nueva sociedad, donde los negros también tuviésemos cabida y fuésemos contados como personas humanas, dotados de inteligencia y gran capacidad de emprendimiento y desarrollo.

Hace 169 años atrás, nuestros ancestros unieron sus voces junto con el bombo, cununo, marimba y guasá para pedir por la libertad y así aportar al mundo nuestra riqueza heredada y transmitida desde el continente madre.

Hoy es imposible olvidar a Petronila Viáfara, Martin Luther King, Nelson Mandela, Celia Cruz, Manuel Zapata Olivella, Marcus Mosiah y tantos personajes negros como nosotros que aportaron tanto a nuestra sociedad, y la enriquecieron y la hicieron grande.

Estos nuestros pueblos negros, son y serán orgullo para Colombia y el mundo, porque hicieron historia y hoy siglo XXI, siguen y seguimos marcando historia, luchando incansablemente por la causa de nuestros pueblos Afrodescendientes, por lo que es nuestro, por nuestros derechos y por nuestra Étnia.

Hoy la responsabilidad cae sobre nuestros niños y jóvenes Afrodescendientes, para seguir haciendo de esta nuestra herencia, un camino de reconocimiento, empoderamiento y aporte significativo a nuestra sociedad herida.

Que hoy sigan sonando con más fuerza los bombos, cununos, marimbas y guasá, que sigamos bailando bunde, currulao, juga y bullerengue.

Que hoy luzcamos nuestros coloridos, nuestros turbantes y kofías y que le sigamos diciendo al mundo que el ser negro, es una bendición de Dios.

Con cariño, José Camilo Urbano Maquilón.

Delegado nacional de semilleros juveniles de pastoral Afro.

Jamundí, Valle del Cauca – Colombia.

21 de mayo de 2020.