Nuestra primera salida para la entrega de comida en la calle de noche ha sido éxito total.

Al lado de los caños residuales que corren entre Los barrios La Unión de Vivienda Popular, Antonio Nariño, El Retiro y el vergel…agotamos las cajas, muchos quedaron sin recibir. ¡Que Dios bendiga a quienes nos han donado estos alimentos!

La emergencia producida por la pandemia ha ocasionado un cambio en la cotidianidad de la sociedad; muchas empresas han cerrado y un gran número de personas se han quedado sin trabajo, algunos han tenido que sobrevivir la cuarentena gracias a sus ahorros, otros al estar registrados en las bases de datos del sisben, familias en acción  o cualquier otra lista del estado se benefician de ayudas de alimentos y dinero que aunque no son suficientes para el tiempo transcurrido de la crisis ayudan un poco a mitigar las dificultades del periodo actual.

Otro sector de la sociedad lo conforman aquellos que por circunstancias de la vida se ven excluidos a los ojos de la comunidad, muchos de ellos olvidados, invisibles; personas de la sociedad civil pero que por diversos motivos no aparecen en los listados de ayudas o que simplemente por su situación no son tenidos en cuenta para recibir un acompañamiento como otras personas.

Hoy hemos querido visitar, acompañar y consolar en medio de la difícil condición de los que ya estaban más desfavorecidos. No se trata de una campaña de momento pues no debemos descansar mientras exista una persona, un hermano en problemas, nuestra tarea siempre será la de acompañar, evangelizar, promover la dignidad del ser y la promoción del desarrollo humano.