El viernes, 13 de julio de 2025, la parroquia de Ntra. Sra. de Aguablanca convocó a la solemne Eucaristía afro en honor de San Antonio de Padua. Fue la culminación de una semana entera que se dedicó a este santo franciscano, popular y milagroso. La Parroquia, en el barrio Manuela Beltrán en el oriente de Cali, conmemoró su muerte, ocurrida en 1231.
Los misioneros franciscanos de la Provincia de San Pablo acompañan esta Parroquia; esta fiesta tiene un estatus especial en esta comunidad, según Luz Piedad Castro, lideresa parroquial. La asamblea estuvo muy contenta con la presencia de la Pastoral Afro en su misa inculturada, más en este barrio, uno de los que más presencia afrodescendiente tienen en Cali. Resaltó la importancia del grupo de Pastoral Afro en esta iglesia, que siempre alegra las eucaristías dominicales con sus cantos. Yaneth Torres, agente de Pastoral Afro local, se mostró muy feliz con esta celebración; representa la tradición, cultura e identidad de la espiritualidad propia. Explicó que la próxima Eucaristía afro será el 20 de octubre de 2025 en este mismo templo, fecha de su fiesta patronal.
El párroco de esta iglesia franciscana, el p. Luis Hernán Cobo Potes, se ordenó hace 15 años, precisamente en el mismo día de San Antonio. El grupo juvenil de la Parroquia tenía una torta y otros fieles le regalaron algunos detalles para celebrar su ordenación. La homilía de la misa en acción de gracias por su ministerio sacerdotal, el p. Luis Hernán la aprovechó para resaltar la sencillez, la sabiduría y la humildad de San Antonio. Este último enseñó las grandes razones para practicar la solidaridad con los más necesitados y marginados de la sociedad. El símbolo del pan compartido al final de la misa es un llamado a cada uno de nosotros como fieles a caminar al lado de los pobres.

San Antonio fue uno de los primeros y más destacados miembros de la Orden fundada por San Francisco de Asís. El santo de Padua nació como Fernando de Bulhões en Lisboa (Portugal) y al principio era un monje agustino. Le impresionó mucho el martirio de cinco franciscanos en Marruecos; decidió en 1220 unirse a la recién fundada Orden de los Frailes Menores (los franciscanos) y tomó el nombre de Antonio. Su decisión la motivó su deseo de vivir una vida de pobreza, humildad y entrega, según el ejemplo de San Francisco. Fue también el primer teólogo oficial de los franciscanos, el primero en enseñar teología a los frailes, algo inusual en una orden dedicada a la pobreza y la vida sencilla. El papa Gregorio IX lo canonizó solo un año después de su muerte, en 1232; una de las canonizaciones más rápidas en la historia. Su tumba se encuentra en Padua (Italia), en la Basílica de San Antonio, un importante centro de peregrinación franciscano hasta hoy.
La misa contó con la presencia de agentes de Pastoral Afro de las parroquias de Cristo Maestro (Unión de Vivienda Popular), María Madre del Buen Pastor (Charco Azul) y San Lorenzo Diácono y Mártir (El Remanso y Calimío Desepaz). Participaron en los cantos, sus atuendos, su danza entre las bancas y la alegría que les caracteriza. Hasta de una de ellas invitó al párroco a la danza de cierre con la Virgen María.
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