Los semilleros son una oportunidad para incentivar la participación de niños, niñas y jóvenes en su comunidad. |
Los Semilleros Afro, donde los niños aprenden sobre su identidad y los valores del pueblo afro, sirven para quererse a sí mismos y aprender de los valores ancestrales. Se les enseña a tocar instrumentos tradicionales y el canto, juegos típicos, visitas a los ancianos y se utilizan películas para afirmar lo aprendido. Hubo hasta una oportunidad de que los niños y las niñas hicieran sus propuestas de paz.
Dos jóvenes de Panorama, Yumbo, proclaman las lecturas en la eucaristía del primer día. |
Las actividades con la adolescencia y la juventud afro cobraron una importancia crucial este año: se les impulsó a saber de dónde vienen, cuál es su papel como pueblo negro en Cali, con ejemplos de varias partes de América Latina. Celebraron su cultura y aprendieron a utilizar sus talentos, en especial en teatro y música.
Incluye las actividades académicas, como la participación en los diplomados de acompañamiento a procesos comunitarios y ambientales, y de incidencia y participación política, como en la Mesa de Concertación de Políticas Públicas. Es mucho lo que se puede mejorar, en especial con las organizaciones con las que ya tenemos relación, como la Conferencia Nacional de Organizaciones Afro, CNOA, y la Comisión Interurbana de Reconciliación y Convivencia, CIURC.
Cristo Señor de la Vida (Marroquín II) se lució con cada presentación de este niño. Fue el único que puso a la Asamblea a moverse en las presentaciones por comunidad. |
Todos los que asistimos sabemos que lo más valioso es la alegría de estar y aprender juntos, compartir el trabajo del año y planear en comunidad. Hay que vivirlo para sentir el ¡Axé! (si se escribe sin fuerzas no es lo mismo): una sola palabra para describir ánimo, impulso, ganas, fuerza… Es la presencia del Espíritu Santo en el pueblo afro. Todo el pueblo está invitado. ¡Ojalá muchas, muchos se animen y formen parte de la Pastoral desde su comunidad!