El Cristo de Bojayá de Peregrinación por la Arquidiócesis de Cali

El 2 de mayo de 2002, el pueblo de Bellavista, la cabecera de Bojayá, Chocó, fue masacrado en su propia iglesia. El relato es común para muchos. Gobiernos sucesivos utilizaron la masacre para culpar a la guerrilla, pero sus más de 119 muertos fueron consecuencia de un enfrentamiento entre guerrilleros y paramilitares. La gente, como se ve en el documental “Bojayá: la guerra sin límites”, tuvo que tragarse su indignación cuando, en la rueda de prensa realizada en el área, vieron a los paramilitares vestidos con su propia ropa. Y es que nadie sabe mejor que los chocoanos que la guerra difícilmente se le puede endilgar a un solo autor: el actuar de los paramilitares en la masacre fue consecuencia de unas fuerzas armadas que cerraron los ojos cuando pasaron las grandes canoas repletas de hombres armados hacia la población.

El Cristo de Bojayá, símbolo de lo que es la Iglesia misma, viene ahora a visitar los pueblos afro cercanos a Cali, la tercera ciudad del país, también en duelo por la muerte de 5 jóvenes en uno de sus barrios más afro: Llano Verde. Jesús, al contrario de lo que muchos piensan, no se aleja de nosotros en el sufrimiento; al contrario, está mucho más cerca del que sufre y le asiste en su dolor. El Cristo de la iglesia de Bojayá quedó tan roto como su pueblo y ahora recorre el país para recordarle el dolor de millones de víctimas en todo el país. Una memoria que muchos victimarios quisieran que la nación olvidara por completo. El pueblo no quiere una retaliación, sino su derecho universal a saber _qué_ fue lo que realmente pasó y pasa en el conflicto, quienes respaldaron y respaldan a los actores armados (financiar un ejército privado sale carísimo) y tener _garantías de no repetición_. El cristo bojayaseño estará en Palmira, en el Santuario de Fátima en el barrio Granada de Cali, en Jamundí, en Yumbo, en el Centro de Pastoral Afro de Cali, en el mismo Llano Verde, en la catedral y en la Plaza de Toros de Cali. Hará el recorrido en la semana que va del 7 al 13 de septiembre.

Villavicencio , viernes, 8 de septiembre de 2017 Foto: Efraín Herrera - SIG
La Sociedad Civil colombiana ahora promueve un Pacto por la Vida y por la Paz, para recordarle a Colombia entera cuánto se necesita desactivar el conflicto en las zonas en donde sigue como si nada. También recuerda que acabar de cumplir lo que se acordó en los acuerdos con la guerrilla de las FARC hace parte del mismo gran problema, que la respuesta no puede ser mera represión y, en especial, que el país necesita una visión más amplia de lo que son la vida y la paz.

La Sociedad se Moviliza Exigiendo Respeto por la Vida

El fin de la guerra es de todos los grupos, sin excepción; afecta a  los seres humanos, pero también a todas las formas de vida que los rodean, los ríos, las montañas, que claman por la cantidad de muerte y deterioro que cargan. Invita a cada persona a añadirse, a conjugar el verbo pactar: “Yo pacto por la Vida y por la Paz”, como parte de de lo que cada una, cada uno, puede hacer.
 

“Demos el primer paso para comenzar con Cristo algo nuevo en bien de todos los colombianos” – Papa Francisco en Colombia, 2017

 
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