Mojica, un barrio que pide condiciones dignas de vida

Calle de Mojica donde los niños juegan y se bañan con agua de una manguera. .

Mojica es uno de los barrios más estigmatizados de Cali, con falta de condiciones dignas de vida y de oportunidades. Ahí, desde hace tres años, la Pastoral Afro de Cali acompaña a través de la olla comunitaria.

Un barrio que sufre la discriminación

Mojica se conoce, en el resto de Cali, incluso en otros barrios populares, como centro de violencia y pobreza, “con mucha calentura”, pero no la del sabor, sino la de las balas. Los medios masivos muchas veces publican noticias de robos, muertes, riñas, presencia de bandas armadas y así. Muy pocos muestran su realidad, que va mucho más allá. Lo que escondieron durante décadas y solo ahora sale tímidamente a la luz, son la brutalidad de los desalojos de los asentamientos informales y el terrible sufrimiento que representaban para sus habitantes. Eso se llama estigmatización.

Se ubica en el sur-oriente de la ciudad, en el Distrito de Aguablanca; es uno de los barrios que conforman la Comuna 15. Muchas de las personas que habitan el sector provienen de otras ciudades; llegaron con la ilusión de encontrar un mejor futuro, luego de huir de condiciones de vida indignas en sus territorios o la violencia desenfrenada. Sus relatos muestran la destrucción del tejido social de sus poblaciones de origen, como ocurre con las más vulnerables en Colombia. 

“El barrio Mojica es una bomba social a punto de estallar, afectando en gran medida a niños, niñas y adolescentes por la violencia e inseguridad que vive la ciudad”, afirma la Primer Vicepresidente del Concejo de Cali, Natalia Lasso Ospina. El rango de densidad poblacional de la comuna 15 es uno de los más altos de la ciudad. El sector de Mojica cuenta con 11 asentamientos de desarrollo incompleto. Según Lasso Ospina la situación del barrio es altamente crítica, las balaceras y la delincuencia común están a la orden del día.

La Pastoral Afro en Mojica

Acompañamiento PA Mojica III

Acompañamiento PA Mojica

Acompañamiento PA Mojica IV

Acompañamiento PA Mojica I

Acompañamiento PA Mojica II


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La Pastoral Afro de la Arquidiócesis de Cali tiene con el barrio una relación que se funde con sus inicios como Pastoral inculturada. Los misioneros de la Consolata iniciaron la relación a través de Teresa Angulo, una lideresa que participó en el desarrollo de una Investigación-Acción-Participación (IAP) en el vecindario, de 1999 a 2002. En esa época, era evidente el desfase entre la realidad del barrio y lo que ocurría en sus eucaristías: parecían barrios distintos. Teresa se integró por completo al equipo de la Pastoral e inició, junto con otras lideresas, un grupo que promovió las eucaristías afro en la Parroquia La Visitación de la Virgen María. Ahí, en 2021, continuaba un grupo de animación de cantos tradicionales afro. Teresa, por su parte, se convirtió en la mano derecha del p. Nderemo Gervas Lyimo imc y participó en varios Encuentros de Pastoral Afro nacionales.

Hoy día, la Pastoral Afro de Cali, en su línea de Promoción Humana, acompaña y trabaja con varias comunidades parroquiales con presencia de afrodescendientes. Lo hace en espiritualidad, formación a través de las escuelas de transmisión de saberes, rescate de la tradición del pueblo afro y su identidad. Son cerca de 15 parroquias que atiende en las ciudades de Yumbo, Jamundí y Cali. En 2019, la Pastoral Afro regresó al barrio Mojica con el p. Venanzio Mwangi I.M.C. y un pequeño equipo de agentes de Pastoral. Lo hicieron por el lado del asentamiento humano incompleto de la calle 96.

Los agentes de Pastoral son, en especial y en mayoría, mujeres afro. Son voluntarias de gran corazón, al servicio de las comunidades. Buscan conocer, acompañar, consolar y guiar en procesos de espiritualidad, de identidad y desarrollo social.

¿Qué le hace falta a Mojica para tener condiciones dignas?

Los tres años de este acompañamiento más reciente permiten descubrir una comunidad en condiciones muy desiguales, si se le compara con otras zonas de la ciudad. Basta recorrer las calles de un barrio cualquiera del sur de Cali, por ejemplo, y luego visitar Mojica. En palabras del p. Venanzio Mwangi imc: A Mojíca “le hacen falta oportunidades laborales y educación. Mojica es una sala de espera para insertarse a la comunidad caleña. … En términos de infraestructura y legalidad, es difícil pensar que tengan un mejoramiento de vivienda. El compromiso del estado debería ayudar para que sean tenidas en cuenta las familias que viven allí. Para tener casas de interés social o cualquier otra posibilidad“.

En los temas de salud y alimentación, el p. Mwangi ve indispensable tener condiciones de vida digna y, en el de seguridad, superar la visión de esta comunidad vista como una amenaza. La estigmatización lleva a sufrir la discriminación. Sus habitantes también necesitan una seguridad física y social para que se sientan parte de la sociedad caleña.

Mojica debería ser visto por los otros barrios de la ciudad como el hermano que llegó desprotegido y necesita una acogida cordial. Precisa sentirse bienvenido a una ciudad que hoy también es su casa.

Aportes de la Pastoral Afro a la comunidad de Mojica

Aportes PA Mojica

Aportes PA Mojica I

Aportes PA Mojica II

Aportes PA Mojica III

Aportes PA Mojica IV

Aportes PA Mojica V


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El aporte principal actual es la promoción humana, en todo un proceso gradual. Se entregaron mercados por familias, luego, con pedagogía, se entregaron alimentos casa por casa. Esto permitió conocer poco a poco su realidad al interior de los hogares. También ayudó a descubrir personas de la misma comunidad – en especial mujeres – que se sumaron a la causa: preparan alimentos para distribuir a sus vecinos e incluso de otros sectores. 

El cuarto paso que se espera dar es desarrollar la iniciativa de la olla comunitaria con mayor fuerza: aprovechar la nueva sede de la Pastoral Afro como espacio propio para montar cocinas y preparar los alimentos. Además, que sea un punto de convergencia, donde la comunidad llegue, no solo a calmar el hambre, sino también tenga un punto de encuentro, donde pueda realizar talleres de formación, fortalecer su identidad y preservar y transmitir sus saberes ancestrales y culturales. Será un lugar donde los más pequeños puedan soñar y construir su futuro como unos líderes que guiarán a su comunidad por el camino del desarrollo social. 

Por ahora , el aporte más valioso es la presencia y la constancia a través de las ollas comunitarias y procesos formativos. Es una presencia para consolar, escuchar, tejer puentes de diálogo entre los habitantes de Mojica, los sectores cercanos, el resto de los caleños y las autoridades locales. Les servirá para conocer las problemáticas de una comunidad que quiere que se le reconozca y valore. Tiene mucho que aportar desde la diversidad étnica y cultural.

Su resistencia ante las dificultades, el amor por la vida y su posición clara sobre el derecho a la vivienda, ya son, de hecho, aportes para la ciudad. “Precisamente para eso ocupamos aquí el terreno: para exigir una vivienda digna. Voy a donde sea, sea aquí en Cali o en los pueblos vecinos; solo quiero mi pequeño bien que es mío”, decía Clarissa, una de las lideresas en 2021.

¡Usted también puede ser parte de los que ayudan a que Mojíca prospere! Puede aportar alimentos, recursos materiales y humanos para hacer realidad estas iniciativas para una vida mejor.

2 Comments
  • Fernando gomez
    Posted at 17:16h, 27 agosto Responder

    Podemos compartir algunas acciones para el desarrollo humano y economico del sector.

    • RADJ
      Posted at 11:29h, 28 agosto Responder

      Saludos, Fernando Gómez. Nos encantaría conocer las posibilidades de compartir acciones. Por favor, utilice el formulario de contacto para detalles sobre su organización, la forma de contactarnos con ustedes y cualquier información que el desarrollo de Mojica. ¡Muchas gracias!

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