Cómo quedarse callada ante la actual situación jurídica de Zulia Mena García, nuestra primera congresista en el año 1994 por la circunscripción especial de comunidades afrocolombianas, nuestra ex viceministra de Cultura entre marzo de 2016 y agosto de 2018, nuestra primera y única mujer alcaldesa por elección popular en la capital chocoana, Quibdó, entre 2012 y 2015 y nuestra comprometida activista que desde sus 10 años fue siendo reconocida como una mujer donde lo social era lo suyo, donde las comunidades negras de los pueblos del Chocó, eran su interés, donde el trabajo social se constituyó, no en un ejercicio rutinario, sino en la opción profesional que decidió, para formarse en la Universidad Tecnológica del Chocó. Su activismo en el plano nacional, lo ejerce a partir del año 1991, como Comisionada Especial por el departamento del Chocó en el desarrollo jurídico del artículo transitorio 55 de la nueva Constitución Política de Colombia.
Antes de ser expedida la trascendental ley de comunidades negras o ley 70 de 1993, ya había mostrado su talante organizativo participando como co-fundadora y representante legal de la organización de Barrios Populares y Comunidades Campesinas de la Costa Pacífica Chocoana “OBAPOCH” entre 1988 y 1992.
Desde noviembre de 2018, Zulia, tuvo medida de aseguramiento no privativa de la libertad, por decisión de un juez que con el análisis de pruebas que pocos conocen y muchos especulan, tomó esa decisión. La Fiscalía le imputó cargos por el presunto sobrecosto en la compra de dos lotes durante su administración que serían usados para los XX Juegos Nacionales.
En febrero de 2019 es revocada esta medida y es recluida en la cárcel de Quibdó, ya que se considera evidente peligro para la seguridad de la comunidad y existe riesgo de obstrucción de la justicia. El establecimiento penitenciario de mediana seguridad y carcelario EPMSC Anayanci, es una cárcel donde como todas en Colombia, hay asinamiento y mínimas garantías para cualquier ser humano.
Que difícil expresar lo que siento frente a esta situación, debo respetar la justicia colombiana, pero es casi imposible no dudar de que existen factores externos, enemistades y presiones políticas para que Zulia se quede detenida. Sus abogados tendrán elementos para contradecir a la Fiscalía y Procuraduría. Escuchar audio de Zulia Mena.
Termino reconociendo que ejercer cargos públicos en Colombia, implica un panorama de riesgos, altísimo, no basta con ser honesto, con ser riguroso, con ser buen administrador, porque en ultimas debes responder por las actuaciones de quienes te acompañan en la administración, en ultimas no vale la pena ni tu recorrido, ni tu reconocimiento, solo basta equivocarse en una sola decisión para que se destruya toda una vida.
Solo queda esperar que la justicia opere, que la salud de Zulia no se deteriore y que su familia y amigos la rodeen permanentemente, porque mujeres como Zulia, difícilmente se encuentran en este caminar.
¡Mi solidaridad y apoyo incondicional!
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